Día fuera del tiempo...

Para los mayas el tiempo es la fuerza que sincroniza todo el universo. Ellos midieron lo que tardaba la tierra en dar un giro completo alrededor del sol en base a los procesos lunares, por esto su año tiene 13 meses de 28 días, 13 lunas completas que suman 364 días, más un día adicional al que llamaron el Día Fuera del Tiempo.

Este último día de su calendario corresponde en el gregoriano con el 25 de julio, cuando el Sol se sincroniza con la estrella Sirio, la más brillante del firmamento, y comienza una revolución solar de la tierra.

Era considerado por los mayas como un día especial para preparar al alma y crear un espacio para el juego, el arte, la magia y la creatividad. Un día de limpieza antes de iniciar el nuevo ciclo.

En la actualidad, el Día Fuera del Tiempo se celebra en más de 140 países. Cientos de miles de personas realizan festivales de paz sincrónicamente para establecer la armonía a través del arte, la espiritualidad y la cultura, atrayendo la paz hacia todos los seres y lugares de la madre tierra. Izándose miles de Banderas de la Paz en todo el mundo es resucitada la gran visión del Pacto de Roerich que entiende la cultura como una propiedad indispensable para el funcionamiento natural del mundo.

El emblema de este día es la Bandera de la Paz, que desde 1935 ha sido reconocida internacionalmente como un instrumento de paz, la paz a través de la cultura. Contiene tres círculos que representan el arte, la ciencia y la espiritualidad, dentro de otro más grande que simboliza la cultura. El color de estos círculos es rojo, el color de nuestra sangre, la cual es la misma para todos los seres humanos, sobre un fondo blanco que representa la pureza.

Por distintos rincones de la tierra la gente festeja en comunidad el arte de vivir, se celebra el amor, la paz y el perdón, y se recuerda que otro mundo es posible, si así lo queremos.

Pacto Roerich y Bandera de la Paz

Fueron creados y promovidos por Nicolas Roerich, con el fin de proteger los tesoros del genio humano, estableciendo que las instituciones educativas, artísticas, científicas y religiosas, así como los lugares de relevancia cultural, debían ser declarados inviolables, y respetados por todas las naciones, tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz.

El 15 de Abril de 1935, el Pacto Roerich fue firmado en la Casa Blanca por representantes de 21 gobiernos de toda América, en presencia del entonces Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, quien dijo: ‘Este tratado posee un significado espiritual mucho más profundo que el texto del instrumento en sí mismo’.

El Pacto Roerich para la protección de los tesoros culturales se necesita no sólo como una regulación oficial, sino como una ley educativa que desde los primeros días de escuela impregne en la joven generación la noble idea de salvaguardar los verdaderos valores de toda la humanidad. El tratado condena (desaprueba) no sólo la destrucción de la cultura en tiempos de guerra sino también todos los actos de barbarie por los cuales los símbolos de la cultura son puestos en peligro en tiempos de paz, implantando en la mente de nuestros hijos, nietos y de todos aquellos que nos rodean, el impulso de esforzarse en la creación constructiva. Por todo esto, el tratado inscribió una página esencial en la historia de los logros de la cultura.