Senkoe

Nacido en el Estado de México, Senkoe, como le gusta que le llamen, es un artista dedicado a realizar intervenciones de pintura en el contexto urbano como parte de proyectos interdisciplinarios a favor de la recuperación de espacios públicos.

Parte de una familia numerosa y con una infancia un poco difícil pero linda, entre la vida de ciudad y de montaña, aprendió a dibujar antes de saber escribir. “Siempre me ha gustado pintar, no fui a ninguna escuela de artes hasta después de la Universidad, todo lo aprendí por mí mismo, fue innato tomar los pinceles, crayones, marcadores, todo lo usaba para pintar”.

Estudió Pedagogía en la UNAM y tomó talleres de Arte en la Academia de San Carlos, motivado por el deseo de entender el mundo del arte. Además estudió unos meses diseño de modas. “Por el año 2011 comencé a pintar murales de gran formato pero de forma esporádica. Fue a partir de que llegué a Playa que comencé más en forma, le llamo arte público, generalmente no expongo en galerías o espacios cerrados, me gusta mucho acercar el arte a la gente en la calle”.

Inspirado por la naturaleza y la literatura, y el hecho de contar alguna historia y hacer volar las mentes, Senkoe prefiere una pared a un lienzo. “Me gusta decir que hago ilustración a gran formato con aerosol. Me gusta el aerosol porque es más duradero y no necesita mucho cuidado, utilizo igual mucho acrílico para rellenar grandes espacios. A veces hago un render digital y ya lo trazo freehand en la pared”.

Llegó a Playa del Carmen en el 2014 buscando vivir en la playa cerca del mar. “Viví antes en Tulum pero al venir de ciudad me hacía falta más movimiento y me quedé en Playa. Me gusta lo cosmopolita de la gente. El buen gusto que tiene. He conocido personas muy buenas que me han apoyado mucho”.

La obra de Senkoe se nutre de dos fuentes: el arte prehispánico y el mundo de los sueños, recordándonos que ambas provienen de un solo origen, la creación pura. El estado de iluminación en el cual todo lo que se habla, dibuja o pinta es una obra de arte mayor. De este modo, su gráfica retoma el delirio de los textiles propios de México —sus formas y colores— y los recuerdos de un mundo onírico que constantemente se desvanece. “Me inspiro mucho en los textiles y patrones geométricos, no puedo pintar con dos o tres colores, se me hace obligatorio poner muchos, es algo que no puedo explicar, pero me gusta tener variedades de color: uso 8 tipos de amarillo, 9 rosas, etc., por decir algo, depende de la libertad igual que me den”.

Senkoe crea personajes antropomorfos, criaturas del inconsciente, animales que cobran vida; ellos vuelan, descansan y viajan a lo largo de una identidad mexicana monstruosa y bella. Estos elementos constituyen lo que puede llamarse un grafiti narrativo que puebla el anonimato global que ha permeado nuestras calles. Como resultado, su obra estimula la imaginación del transeúnte con una especie de ensoñación animal.

Sus murales podemos encontrarlos y admirarlos en muchos sitios de Playa del Carmen, en esos lugares que han sido transformados por la magia de este gran artista. Muchos están ubicados en el centro de la ciudad: Av. 35 entre calle 2 y 4, Av. 40 y calle 2, Av.40 y Av. Juárez, Av. 40 y calle 34, por nombrar algunos. También ha intervenido muros en otras partes del mundo como India, Nepal, Canadá, Estados Unidos. “Actualmente tengo una exhibición en una galería en Chicago en verano y en otros proyectos dentro y fuera de México”.

“Me gustaría que hubiese más murales en Playa, algunas veces he gestionado para que otros amigos pinten, pero me gustaría que más gente joven de aquí comenzara a pintar, quizá con algunos talleres podría lograrse. Siempre digo que el arte amansa a las bestias, en estos tiempos hace falta más arte, más pintura, más obras de teatro, más buena música, creer en una sociedad más humana”.

“Soy un viajero más en este planeta con la capacidad de bajar ideas de la red universal y plasmarlas en los muros. Solo soy un vehículo de algo que no entiendo aún”.

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