Laura Robles Martínez, Ula La Doula del Cáncer
Enamorada de la vida, agradecida con el universo por tener una segunda oportunidad, Laura es hoy un ejemplo de resiliencia y superación, ya que después de haber superado el cáncer se ha puesto al servicio de otras mujeres que transitan esta enfermedad, con la misión de motivarlas y acompañarlas, como Ula La Doula del Cáncer.
Nacida en la Ciudad de México, Laura es una mujer plena que adora viajar, es una esposa enamorada, una madre consentidora, cool y melosa, una amiga sincera, una hermana divertida, una hija un tanto rebelde, y una motociclista apasionada.
Su gusto por las motos comenzó desde pequeña cuando su papá las llevaba, a ella y a su inseparable hermana (La Nena y La Chikis), los fines de semana a manejar las motos pony que llegaban a un terreno baldío muy cerca de su casa. “Tengo una pasión que ha cambiado mi vida. Un gran amor por el mundo de las motos. Soy una mujer motociclista, miembro activo de “DEL DIABLO MC”, que son mis colores, y también tengo el honor de pertenecer a la “Confederación Internacional de Mujeres Bikers”, una hermandad de mujeres que disfrutan de mi misma pasión y que nos hemos unido con la finalidad de apoyarnos, cuidarnos y ser cada día mejores, somos mujeres que no nos destruimos, NOS CONSTRUIMOS. Rodar es para mí una filosofía de vida, es mi forma de ser, es mi esencia.”
Su naturaleza justiciera, y su obligación moral de ayudar y apoyar a los más débiles, la llevaron a ser Abogado de profesión con una maestría en Habilidades Directivas. “Disfruto mucho el que ganen los buenos, de que cada quien tenga lo que merezca y adoro la sensación de felicidad que tienes cuando sabes que apoyaste a alguien a hacer las cosas bien. Disfruto de rescatar animalitos perdidos o en situación de calle, levantar abejas cansadas y ponerlas en hojitas de algún árbol, ayudar a cruzar la calle a quien lo necesite, y siempre me entrometo en situaciones que considero injustas, creo que ser abogado era la profesión perfecta para mí. La maestría fue un plus, un regalo para mis papás.”
Actualmente Laura y su esposo Ulises tienen una agencia de comunicación digital publicitaria, hacen contenido audiovisual y se especializan en turismo hotelero y gastronómico. “Viajamos por toda la República y en ocasiones tenemos la oportunidad de hacerlo en moto. Para nosotros no es trabajo, es estar de luna de miel eterna. Moto, fotos, diferentes destinos y juntos 24/7.”
Hace más de dos años Laura tuvo un día que marcó su vida en un antes y un después. Fue el 27 de abril del año 2018 cuando fue diagnosticada con cáncer etapa 4, (es importante señalar que en este tipo de cáncer particular, solo existen 5 etapas). “Nunca piensas que va a tocarte a ti, y al tener la certeza de un diagnóstico así, todo tu mundo se desmorona en un segundo. Mi vida dio un giro de 180 grados, nos cambiamos de casa, nos quedamos sin clientes porque mi esposo me cuidaba y acompañaba al hospital. Todo el tiempo estábamos entre doctores y piquetes, y medicamentos y estudios, perdí mi cabello, mis cejas, mis pestañas, mi seno derecho, parte del músculo de la espalda y me realizaron 4 cirugías, 16 quimioterapias y 25 radioterapias.”
El miedo, el enojo, fueron su más grande motor para superar todo, jamás perdió el amor a la vida, conservando intacto su sentido del humor, viviendo el cáncer como un proceso y enfermedad, nunca dejó que esta enfermedad dictara su vida o cómo iba a vivirla. “Siempre les decía a todos que mi vida es mía y yo decido cómo vivirla, mucho o poco tiempo, yo decidía cómo vivirlo y con quién compartirlo, YO SIEMPRE ESTUVE AL MANDO. Mi esposo Ulises y mis hijos Axel y Dany son igual de poderosos, jamás nos permitimos caer, fuimos más unidos. Cuando uno se sentía cansado, el otro lo relevaba, cuando uno lloraba el otro lo consolaba. Cada quien cumplía con su parte, nos volvimos un reloj suizo.”
Luego de haber superado la enfermedad, Laura decidió hacer de esta experiencia su misión de vida, poniéndose al servicio de otras mujeres como Ula La Doula del Cáncer. “Tengo como objetivo motivar y acompañar a mujeres diagnosticadas con cáncer, así como yo, en este difícil viaje. Quiero compartir mis aprendizajes y desde mis experiencias platicar sobre dudas y respuestas que fui encontrando en el camino, quiero decirles a cada una que no están solas, pero lo más importante, la misión de vida de ULA LA DOULA DEL CÁNCER es mostrarles a todas las mujeres diagnosticadas, que esta experiencia puede ser la ocasión para transformarse en la mejor versión de ellas mismas, que ese miedo que sienten es el mejor aliado para crecer, porque los grandes cambios vienen en tiempos de crisis. Quiero enseñarles que sin transformación no hay mariposa.”
El mes de octubre fue establecido por la OMS como el “Mes de concientización sobre Cáncer de Mama”. Para Laura el mes rosa significa la oportunidad de decirles a las mujeres del mundo que “A CUALQUIERA LE PUEDE DAR CÁNCER. Un año antes de ser diagnosticada, yo había corrido un maratón, era vegana y me sentía en mi mejor momento. El cáncer no es culpa de nadie, te da como quien se saca la rifa del tigre, si bien es cierto hay factores de riesgo que podemos evitar, aún nadie sabe qué es lo que lo detona. Así que este mes me parece perfecto para levantar la voz y crear conciencia de auto explorarse, de conocer tu cuerpo, de visitar regularmente al doctor, de hacerse sus mastografías, pero sobre todo de pedirle a todas las mujeres que no dejen su salud para después, que escuchen su cuerpo. Siempre pasa que nos notamos una bolita, algo rojo, una ronchita, o nos duele o se ve más negrito o cualquier cambio, y lo minimizamos, siempre suponemos que no es nada y eso puede ser cáncer.”
A través de su canal en YouTube y su página de Facebook: “ULA LA DOULA DEL CÁNCER”, Laura ayuda a las mujeres a encontrar su grandeza interior, acompañándolas a transitar este camino tan difícil. “Si quieren escribirme por Messenger estoy disponible 24/7, estoy lista para escucharlas, para llorar con ellas, gritar, maldecir o simplemente platicar.”
Muchos proyectos rodean la vida de esta gran mujer luchadora y resiliente. “Estoy a punto de cambiar mi moto por otra más grande, tenemos planes de algunos viajes de placer y de trabajo, estoy escribiendo un libro con mis experiencias, estoy terminando mi Certificación Internacional como Coach Ontológico y con PNL, esto me ayudará a ser mejor persona y a que mi apoyo sea aún más asertivo.”
“Ha sido la experiencia más enriquecedora de toda mi vida, me dejó ver quién era yo realmente. Jamás sabes lo maravillosa que es la vida hasta que estás al borde de la muerte.”
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