Cristóbal César Carrión Hernández
Nacido en la colonia Tacuba de la Ciudad de México, Cristóbal ha vivido una vida enriquecedora, marcada por una curiosidad insaciable y una pasión constante por la exploración y el conocimiento. Su infancia, compartida con dos hermanas y dos hermanos, fue un tiempo fugaz lleno de libertad, temores y aprendizaje, impregnado de la belleza de la naturaleza y la interacción con las personas que lo rodeaban.
Desde temprana edad, mostró signos de una mente inquisitiva y una inclinación hacia la ciencia. Los viajes familiares en ferrocarril dejaron una marca indeleble en su memoria, maravillándose con los diversos paisajes y animales que observaba durante el trayecto. Esta conexión con la naturaleza y el misterio del espacio despertaron en él un deseo inquebrantable de entender el universo que lo rodeaba. “Los viajes a la naturaleza han estado siempre presentes. Y, sin lugar a dudas, los lanzamientos de los transbordadores espaciales marcaron en mí un misterio a develar: ¿qué eran?, ¿a dónde se dirigían?, ¿qué ocultaba el cielo? Esas incógnitas nutrieron un sueño de mi infancia donde, tumbado en el césped, vi el cielo abrirse como una compuerta. El miedo, el temor y un misterio inefable me marcaron, impulsándome a buscar, hurgar y explorar en la naturaleza, la mente y el universo”.
Apasionado coleccionista de carreras, Cristóbal inició como Analista Programador durante el auge informático y se sumergió en Biología en la UNAM, explorando la genética y la evolución. Aunque se acercó a las neurociencias, su verdadera pasión por la ecología lo llevó a titularse con un estudio sobre el lirio acuático. Su trayectoria incluye destacada divulgación científica en museos, culminando como director del Planetario Sayab. Complementó su perfil con una carrera en Derecho Burocrático y una maestría en ecología. Su inquietud intelectual abarca también la economía, la física y la filosofía.
En 2014, llegó a Playa del Carmen, inicialmente de vacaciones desde el norte de México. Encantado por los bellos paisajes, decidió quedarse. “Venía a tomar unas vacaciones pero mi amor por el agua y la necesidad de mejorar mi salud, afectada por la inversión térmica en la Ciudad de México, fueron las razones detrás de esta decisión transformadora de quedarme”.
Su dedicación a la ciencia y la divulgación lo llevó a ocupar el cargo de director del Planetario Sayab, donde combinó su gusto por la construcción y la creación con la investigación y la enseñanza. Su experiencia en museos y su labor en la promoción de la vocación científica entre jóvenes lo destacan como un líder en la divulgación científica en Quintana Roo.
Actualmente, Cristóbal ha expandido sus horizontes laborales y se ha certificado como buzo de aguas abiertas, avanzado y de rescate. “Trabajo como guía y rescatista en recorridos marinos recreativos, apoyando de igual forma en proyectos de monitoreo de pastos marinos, corales y fauna marina”.
Su pasión por compartir el conocimiento científico se traduce en proyectos futuros que incluyen la escritura continua y la elaboración de temas que aborden la relación evolutiva entre los humanos y otros organismos vivos. Su objetivo es enseñar al ser humano su identidad natural y promover una visión más amigable y armoniosa con la naturaleza. “Me motiva el lograr entender un poco más la naturaleza del humano, el funcionamiento de los fenómenos naturales e intentar responderme las preguntas filosóficas, aunque triviales, de todos: ¿Cómo se originó la vida y evolucionó el humano?, ¿qué somos y como hemos llegado hasta esto?, y ¿qué depara a la humanidad en su futuro y a los demás organismos vivos, así como al Planeta Tierra con las tendencias culturales y tecnológicas que llevamos realizando?”.
Cristóbal personifica la convergencia entre la ciencia, la naturaleza y la filosofía, guiado por la creencia de que el conocimiento y la exploración son esenciales para una vida plena y enriquecedora. Se define como alguien que busca satisfacer inquietudes, y su lema, “Por la exploración de la consciencia, por ella misma,” refleja su dedicación a comprender la mente humana y su conexión con el universo. Su futuro se vislumbra continuando su labor divulgativa, explorando los misterios de la consciencia y abogando por una convivencia más armoniosa con la naturaleza.
“Tengo varias pasiones, entre ellas, una es elaborar, construir, crear; otra es investigar e intentar entender”.
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