Sandra Ríos

Nacida en Ciudad de México, Sandra tuvo una infancia afortunada, muy activa, llena de juegos e imaginación. “En aquella época podías salir a jugar a la calle o al parque con tus amigos en CDMX sin tanta premura o miedo a que te pasara algo. Era muy libre y jugábamos mucho, nos inventábamos historias, jugábamos a desarrollarlas y como buenos niños nos la super-creíamos!”

Llegó a vivir a Playa del Carmen en 1998, aunque desde el 95 vivía en Cancún y venía muy seguido a visitar a su tío. “Llegué a vivir aquí con mi hijo que tenía un año y fue porque mi tío Pepe falleció, vine a acompañar a mi mamá con todo el proceso de duelo y demás. Mi plan después de eso era regresar a Cancún, pero Playa ya no me dejó ir y construí una casita. Mi segundo plan era rentarla e irme con mi hijo a vivir a San Miguel de Allende (a donde luego sí me fui, pero 9 años después). Cristian Beck me ofreció trabajar en el Centro Cultural Tukan como administradora académica y ese ofrecimiento me convenció para quedarme definitivamente. Fue un tiempo maravilloso, imagínate que el Centro cultural estaba justo en la playa, a un lado de Playa Mamita´s. Ahí fue donde convoqué a varios maestros de diversas disciplinas y, entre otros, a Rubén Salazar para que impartiera clases de teatro; posteriormente nos juntamos varios actores como Romy Phillips, Macarena Darrigrandi, etc., para hacer algunos montajes y performances”.

De adolescente ya tenía curiosidad por la actuación, leía e interpretaba frente al espejo algunos personajes de un libro rojo muy grande de su mamá que contenía todas las obras de Oscar Wilde. “Pero no fue sino hasta el año 2002 que conocí a Lupita Kababie, actriz graduada de la Universidad Berkeley en la Licenciatura de arte dramático, que me propuso montar la obra “La más fuerte” de August Strinberg y ahí me enamoré perdidamente de las artes escénicas. Antes me dedicaba más a las artes plásticas en Cancún, donde hice varias exposiciones y colaboré en algunos trabajos con la pintora Daniela Palacios y Octavio Peniche. Cuando llegué a Playa expuse en la que según yo fue la primera galería de Playa del Carmen de la artista plástica y galerista Vera K.”

Desde hace 22 años Sandra hace teatro. Se puede decir que se ha formado en escena y aprendido mucho de compañeros actores y de excelentes directores de teatro. “También he tomado diversos talleres y leído acerca de algunas técnicas de grandes maestros. Al final del camino todo eso te permite desarrollar tu propia técnica actoral, te sirve para el proyecto específico que vas a abordar y, por supuesto, siempre seguir aprendiendo es clave en este oficio. Todo esto a la par de trabajar en otras cosas, generalmente relacionadas a las artes, la comunicación o las relaciones públicas, ya que mi prioridad siempre fue mi hijo había que generar ingresos para pagar los gastos y poder estar presente como mamá y disfrutar de su desarrollo y crecimiento”.

En abril de 2022 se crea Aquellas Teatro, una compañía de Teatro independiente formado por creadoras escénicas, cuando Sandra le propuso a René Zavala hacer la obra “Roma al final de la vía” de Daniel Serrano. “Recién ahí nos conocimos. Empezamos a ensayar y cuando íbamos por la penúltima escena René invitó a Isis Piña para que se integrara y nos ayudara con el diseño de iluminación y las transiciones escénicas. Posteriormente creamos nuestras redes sociales con el nombre de Aquellas Teatro para así promocionar la obra”.

Luego de la primer obra de Aquellas Teatro, se aventuraron a hacer una comedia, la obra “Divorciadas, Evangélicas y Vegetarianas” de Gustavo Ott, que estuvo en escena varios meses en Playa del Carmen y Cancún. “Fue una experiencia enriquecedora y de mucho aprendizaje en todos los sentidos. La obra trata acerca de tres mujeres que se encuentran en el momento justo para cambiar sus vidas, para redescubrirse como seres individuales e independientes compartiendo momentos catárticos y de reflexión en donde encontrarán su propia verdad acompañada de mucho humor y en donde el público generalmente termina identificándose con alguna de ellas o con las tres en diferentes momentos de sus vidas”.

Actualmente Sandra da clases de teatro para adultos, a partir de 20 años en adelante, un grupo de nivel principiantes y otro de intermedios, en el IMCAS (Instituto Municipal de la Cultura y las Artes de Solidaridad). “También estoy comenzando un proyecto con una gran amiga Leila Camou, es un podcast que se llama Las Dopaminas, nos reunimos en línea (porque ella vive en San Miguel de Allende) para hablar de temas sociales, metafísicos, superficiales y cotidianos, reflexionamos e investigamos acerca de lo que vivimos en el día a día, aunque sin tomárnoslo tan en serio porque de lo que sí estamos seguras es que ¡en realidad no sabemos nada! La verdad es un pretexto para encontrarnos y hablar más seguido entre amigas y ¡si la gente nos quiere acompañar nosotras encantadas!”

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“Creo que es importante generar espacios para el teatro y más público interesado, ya que sin ellos la magia del teatro no podría suceder”.