La música tiene magia…

Nuestro oído es una ventana al mundo… Sabemos que es un órgano sensorio que comenzamos a utilizar desde que estamos en la panza de mamá.

Desde allí, mientras esa personita se está desarrollando y formando día y noche, al compás del latido de un pequeño corazón que será capaz de sentir mucho amor, comienza a escuchar la vida, las voces… como ecos… Todo lo que le llega es una linda música, los sonidos del mundo que aún no ve con sus ojos. La melodía del ventilador, el ruido de la licuadora y la lavadora, el claxon de los coches, palabras, canciones, el tum tum del corazón de mamá. Todo esto pone música a nuestra vida cotidiana.

Me encanta esta canción del bebé que le habla a mamá y les quiero compartir un pedacito:

… El mun… mun… mun… mun… mundo
Es como un eco …co …co …co …co
En la pan… pan… pan.. pan.. panza
De mamá …má …má …má …má.

Burbu…. Burbu….. Burbu…jas
Traen refle….. fle…. Fle… fle….. flejos
De la voz… voz…. Voz… voz… voz…
De mi papá….. pa…pa….pa….pa….

(Luis Pescetti)

Las canciones de cuna y los arrullos son sus primeras “lecciones musicales” que los conectan emocionalmente con el ritmo, la melodía y las personas a quienes más aman.

Cada mamá canta a su manera, podemos hacerlo con canciones que escuchamos en nuestra infancia, cantadas por nuestras mamás y abuelas, o sólo una melodía de lalalalala, puede ser un mmmmmmmmm, es un momento donde transmitimos confianza, seguridad y amor. Y esto es lo que hace que sea único y especial, ese sonido, esa voz, esas palabras.

Las canciones de cuna nos acompañan desde los inicios del mundo. La música siempre fue considerada desde un lugar de ritual sagrado, cantarle al sol, cantarle a la luna, y a las estrellas, es la más clara y simple conexión con el universo.

Por este motivo podemos sentir la melodía más sencilla y cálida como lo es un arrullo, en lo más profundo de nuestro ser, y así utilizar esta fuerza que nos une al mundo desde que el bebé se está formando en nuestro interior, continuando después del nacimiento, un lazo invisible, milenario y poderoso.

Podemos crear este “Ritual” sagrado y especial, en este momento de dormir, cantando para nuestro bebé que está en nuestros brazos, latiendo su corazón al mismo ritmo que el nuestro, en esta comunión, cada vez que viaja al mundo de los sueños, lo sostenemos, lo miramos, lo abrazamos, y en un dulce canto de cuna, soñamos juntos…

La primera conexión de la madre y el hijo es a través del sonido, de la vibración de la voz de mamá, será diferente con cada uno de los hijos, este lazo de amor nos une para siempre, será nuestra conexión más interna capaz de trasmitir paz, seguridad, calma, protección.

La música siempre tendrá la magia de reunir, y qué mejor que realizarlo desde pequeños, compartiendo momentos de mamás y bebés con otras mamás y otros bebés, descubriendo música que acompaña el ritmo del día, teniendo una herramienta que ayuda a organizar una rutina, un juego, descubrir las manitas y piececitos, dar los buenos días, sentarnos a comer, bañarse con burbujitas de jabón… Son las propuestas que encontrarás en los talleres de música “Mi Mamá me Canta” de La Ronda, Espacio Creativo.

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