Aprendizaje a través del juego en la educación infantil
Fuente: UNICEF-Lego-Foundation
El aprendizaje temprano es crucial para el desarrollo de los niños y forma parte integral del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que busca asegurar que todos los niños tengan acceso a servicios de atención y educación preescolar de calidad para 2030. La educación preescolar es esencial no solo para garantizar una enseñanza primaria universal, sino también para mejorar los resultados escolares y la eficacia de los sistemas educativos.
El juego es una herramienta fundamental en la educación preescolar. No solo es una fuente de disfrute para los niños, sino también un método efectivo de aprendizaje que fomenta el desarrollo cognitivo, emocional y social.
Desde la concepción hasta los dos años (o los primeros 1,000 días)
Con la estimulación adecuada, el cerebro del niño forma conexiones neuronales a un ritmo de al menos 1,000 por segundo. Sin embargo, existen indicios recientes de que dicha velocidad podría ser de hasta un millón por segundo. Estas conexiones se ven potenciadas por los entornos ricos, afectuosos y protegidos, en el contexto de una prestación de cuidados receptiva y lúdica que potencie el establecimiento de lazos de unión y de un vínculo seguro, contribuyendo así a un desarrollo emocional positivo.
De los 3 a los 5 años
Es la época habitualmente conocida como “período preescolar”. Las competencias lingüísticas, socioemocionales y cognitivas del niño experimentan un rápido desarrollo. Durante este período resultan esenciales la estimulación y el aprendizaje derivados de actividades como jugar, leer o cantar, así como la interacción con los compañeros y con los adultos que cuidan del niño, tanto en casa como en entornos de educación preescolar de calidad. El juego en el período preescolar permite a los niños explorar y dar sentido al mundo que les rodea, además de utilizar y desarrollar su imaginación y su creatividad.
De los 6 a los 8 años
Este período normalmente coincide con los primeros cursos de la escuela primaria. El aprendizaje basado en el juego sigue teniendo una importancia crucial, pero a menudo se descuida en favor de enfoques educativos centrados en objetivos académicos. Sin embargo, en este período, los enfoques de aprendizaje activo basado en el juego pueden transformar las experiencias educativas de los niños en los primeros cursos de primaria y fortalecer tanto su motivación como los resultados de aprendizaje.
El juego en la educación infantil se caracteriza por su capacidad para permitir que los niños tomen la iniciativa y controlen sus experiencias. Es un proceso iterativo y socialmente interactivo, donde los niños participan activamente y se involucran profundamente. A través del juego, los niños no solo se divierten, sino que también desarrollan habilidades motoras, cognitivas, sociales y emocionales de manera simultánea. Este tipo de aprendizaje holístico es esencial para su desarrollo integral.
En entornos preescolares organizados, las experiencias de juego se ven potenciadas cuando se proporciona a los niños abundante tiempo y espacio para interactuar libremente con su entorno. Los maestros juegan un papel crucial al facilitar y organizar estas experiencias lúdicas, promoviendo así el aprendizaje activo y enriquecedor. Además, el entorno familiar y la comunidad son igualmente importantes. Los cuidadores y familiares, como “primeros maestros” de los niños, tienen un papel vital en fomentar un entorno de juego en casa y en la comunidad.
El aprendizaje a través del juego también es relevante en los primeros años de la escuela primaria. Las oportunidades de juego pueden reforzar conceptos académicos y aumentar la motivación para aprender. Actividades como juegos de mesa, dramatización de historias y exploración de materiales diversos fomentan la creatividad, la indagación y la resolución de problemas, fortaleciendo así las capacidades educativas de los niños.
Es esencial asegurar la continuidad del aprendizaje lúdico a lo largo de las diferentes etapas y entornos de la vida del niño. Los adultos involucrados en cada ámbito – ya sea en el hogar, la escuela o la comunidad – deben estar capacitados para reconocer y potenciar los beneficios del juego, proporcionando el tiempo y el entorno adecuados para que los niños puedan jugar y aprender de manera efectiva. El aprendizaje a través del juego es una estrategia fundamental para el desarrollo integral de los niños, preparándolos para futuros éxitos académicos y personales.
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