Destellos de acero

Las nuevas propuestas en materia de equipamiento de baños y cocinas ampliaron las condiciones requeridas en las griferías tradicionales. Las marcas responden a estas demandas con modelos de múltiples funciones y renovada estética.

Si el baño cambió, recreándose en completos spas privados, y si la cocina cambió aún más, pasando de Cenicienta a princesa, ¿cómo no iban a cambiar griferías, elementos tan esenciales como la mismísima agua que vierten?

Cambió la estética de productos que constituyen joyas inalterables a lo largo del tiempo, con terminaciones que resisten el uso más intensivo, y cambiaron también las prestaciones, con la incorporación de opciones como mezcladoras de rápido rellenado, las extensiones tanto en las regaderas como en las cocinas, y los modelos con pie alto, expresamente diseñados para acompañar los tan de moda lavabos de apoyo.

Lo bueno de la evolución de las griferías es que los nuevos modelos no anulan a los antiguos que, con tecnología actualizada, continúan en el mercado para placer de los nostálgicos: la llave de agua tradicional sigue teniendo adeptos incondicionales, y está bien que así sea. Pero, además, está lo nuevo. Y con todo esto se completa una oferta enorme de alternativas capaces de dejar sin dormir a los indecisos.

Las griferías más tradicionales son en ciertos casos también las más económicas, y comúnmente cuentan con dos mandos. En ellas el mezclado de agua es manual y de regulación más lenta. Y suelen necesitar mantenimiento.

Las que tienen sistema de cierre cerámico con un cuarto de giro son ventajosas tanto por su larga vida como por su funcionamiento silencioso y rápido. Las que vienen provistas de sistema de vástago no ascendente suelen ser más económicas y pueden requerir mantenimiento, aunque también tienen gran durabilidad.

La mayor diferencia de las griferías monocomando, además de su diseño, es que el mezclado de agua es automático, y su accionar, sumamente simple. Dentro de este sistema encontramos también las mezcladoras con manguera extensible, una aplicación del tipo de las utilizadas en la regadera, que permite dirigir el agua más específicamente hacia algún punto para lavar o enjuagar más cómodamente.

Según el espacio y el diseño del lugar se elegirá el modelo de pared, de mesada o de lavabo acorde a las necesidades. Es importante, al decidir qué griferías pondremos, tener en cuenta todos los elementos que pueden condicionar su instalación, como, por ejemplo, la altura de la tarja o la distancia entre el centro del lavabo y la pared. Hoy existe un modelo especial para cada requerimiento y para cada estilo.

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